top of page

LA IGLESIA ES UN ARBOL

La Iglesia es un árbol, con una gran copa

sus ramas dispersas, casi no se tocan,

Algunas son verdes, con savia en sus venas

otras, están secas, se quiebran  ¡qué pena!

 

Ya se ven retoños de vida y pujanza

de futuras ramas, segura esperanza

Las hojas dan techos a nidos de amor

que son los hogares de esfuerzo y labor

 

El árbol florece: candor y belleza,

son rostros de niños, futuro y pureza.

 

En el suelo vemos las ramas caídas

son las que se alejan, están confundidas…

Algunas de ellas a lo alto miran

se cubren de yemas, aún están vivas…

Son  como el cristiano que no se interesa

pero, un día vuelve y su fe confiesa.

 

El tronco es robusto, no lo mueve el viento

de las tentaciones, ni los falsos cuentos.

ni crueles tormentas, penas, desalientos

pruebas, desacuerdos…Dios da el crecimiento.

 

Raíces añejas lo unen al suelo

son: la heroica historia de nuestros abuelos

y  mártires hubo, su fe confesando

y  junto a sus hijos, a Dios alabando.

 

El árbol da frutos, obras cotidianas.

Caerán las semillas junto a sus hermanas

y en la primavera , brotarán lozanas…

con el tiempo un bosque que verán mañana.

 

ESPIRITU SANTO, la savia bendita

recorre  las ramas que otra vez palpitan.

El árbol no muere, La Iglesia está viva

mientras  LA PALABRA sea llama votiva.

 

Nuestro compromiso: sembrar la semilla

con  ella, el ejemplo de una fe sencilla

 

                 Dolores, 23 de octubre de 1994

                 María Luisa BASTOS ROSTAN

¡SÍGUEME! 

  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • c-youtube

© 2023 por Samanta Jones. Creado coh Wix.com

bottom of page