

María Luisa Bastos Rostan
L a a b u e l a
En la escala ascendente de la dicha
ser abuela es la gran felicidad,
al nieto amamos más que a nuestros hijos
y lo sentimos nuestra propiedad
Los nietos son” los hijos de los hijos”
“son corona”, trofeo, galardón
Son un premio que Dios nos da en la vida
-ya lo dijo el Rey Sabio Salomón-
La abuela es el arcón de los recuerdos
es humilde en su sabiduría
es útil, pues ayuda a criar sus nietos
son:”sus hijos”, su orgullo, su alegría.
Ella vive esperando sus deseos
le duele si los padres lo reprenden
es jueza, abogada y defensora
siempre salen absueltos, los defiende.
Cuando pierda “su trono” en la cocina
y le quiten “su cetro”, el delantal
lucirá impecables camisones…
quiera Dios tenga lucidez mental
Sera dulce nostalgia, su alimento,
en soledad vera pasar los días
-por el túnel del tiempo será niña-
recordando esa edad con fantasía,
si aun puede, servicial y laboriosa,
orara con fe, amor y alegría
Estará “aprontando las valijas”
que en el último viaje irán vacías
arrepintiéndose de sus pecados
y esperando el llamado todavía.
Y, cuando allá en el Cielo pasen lista
Humildemente se ha de presentar,
habrá una anciana menos en el mundo
y una abuelita al Cielo, irá a morar
1994